La tabla es la parte imprescindible del equipo de un snowboarder, por lo que su compra debe hacerse conociendo los distintos modelos que se pueden encontrar en el mercado.
Existen muchas variedades de tablas con características diferentes entre ellas, cada una de las cuales son para un determinado tipo de persona y para una actividad concreta del snowboard.
Por eso hay que tener en cuenta:
-Características físicas: altura, peso, sexo (existen para mujeres y hombres distintas tablas),…
-Tipo de terreno: grado de pendiente, características del terreno sobre el que se vaya a deslizar.
-Modalidad de snowboard a practicar:
·Freestyle: es el estilo más atrevido. Las personas que lo practican buscan la libertad total de movimiento y las tablas deberán están hechas para ello. De nose y cola pequeñas. Estas tablas son más anchas y tienen menos amplitud de canteo porque así facilitan los giros y maniobras sobre la nieve. Tienen extremos gemelos para ayudar a deslizarse hacia atrás. No son adecuadas para la nieve virgen.
·Freeride: es una modalidad practicada por diferentes tipos de terreno. Las tablas utilizadas son direccionales (tienen el nose y la cola firmes) y la flexibilidad y estabilidad se asientan en el centro de la tabla.
·Freecarve o alpino: para este estilo las tablas son más anchas, con una nose y una cola más largas (para atravesar nieve en polvo). Suelen ser más flexibles en la nose que en la cola con el objetivo de deslizarse mejor fuera de las pistas, a lo largo de toda la montaña.
·Carrera: el corredor busca el máximo rendimiento con el mínimo movimiento, tratando de ser el más rápido. Por ello las tablas deben ser largas y finas, con una nose y una cola inexistentes para así aumentar el contacto de los cantos con la nieve.
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